miércoles, 29 de enero de 2014

Dermaglós - Pantalla Total



Hace un mes atrás mi hija más chica, que tiene 11 meses, volvió de su día de pile y club con todo el pecho lleno de granitos. Y la nuca también, llena de granitos. Y los brazos.
No entendíamos qué podría ser, lo único que habíamos hecho distinto era que acabábamos de cambiar el protector solar porque la doctora nos dijo que el que usábamos (factor 60) no era suficiente, que teníamos que comprarle alguno de “pantalla total” y que el Dermaglós factor 70 iría bien así que, corazonada o instinto de padres, cuando retornamos al club le volvimos a poner aquel que no gustaba a la doctora sin consultarla. Son esas cosas que hacemos los padres que no sabemos por qué las hacemos pero que generalmente dan en la tecla. Y tal cual, la nena volvió a su estado dérmico normal, y se le fue el sarpullido.
Pero luego, a los pocos días, nos enteramos de la terrible noticia:
Retiran del mercado protector factor 70 de Dermaglós por reportes de alergias y dermatitis en bebés y niños
Y ¿la verdad?, me dio un poco de miedo. Tanto hace que hablamos y debatimos entre amigos o en todo tipo de reuniones sobre el flagelo de la medicina moderna, en donde somos víctimas y rehenes de un sistema que nos exprime el 30 % de nuestros ingresos para condenarnos a formar parte de una cadena en donde tenemos la certeza de que, en caso de que algún día nos pase algo, estaremos a la buena de Dios porque seguro que nuestro plan no cubrirá tal o cual cosa haciendo que nos levantemos prácticamente todas las mañanas cuestionándonos para qué pagamos obra social si todo el tiempo escuchamos que a tal le pasó esto y a cuál le sucedió lo otro hundidos en la más implacable impotencia  sobre todas las injusticias que padecemos a diario.
Pero que una noticia como esta haya salido así, de frente manteca, a chantarnos que Dermaglós retira del mercado un producto que afectó a tu bebé…, es un poco demasiado.
Porque uno sabe casi con pruebas que en los laboratorios estos fabrican todo tipo de cosas que generan dependencia o que conocen la luz gracias a alguna coima o que riegan el mercado luego de una poderosa ley arreglada que nos obliga a consumirlas. Y da mucha bronca eso. Da impotencia.
Uno siente que es una vaca. Una vaca en el matadero. Y hace rato que sentimos eso, no hace falta que Dermaglós retire del mercado un producto que, a pesar de que funcionó muy bien en las pruebas previas a su salida al mercado -y de las que jamás sabremos qué tipo de pruebas soportó y sobre qué superficie-, produjo reacciones adversas en la población. El problema es que, cuando esto le sucede a un hijo nuestro tan chiquito, en donde uno abraza la ilusión de imaginar que vivirá en ese mundo nuevo en donde las corporaciones farmacéuticas ya no existan y cada uno pueda sanar sus pesares a la vieja usanza, es ahí donde la trompada certera de la realidad nos muestra con gran expedición que nada cambiará, que seguiremos siendo vacas en el matadero y que si acaso alguna duda había florecido en nuestra cabeza, acá está el claro ejemplo de que no. Que todo seguirá igual.
Entonces me pregunto, y sé que no encontraré respuesta:
¿Qué nueva formulación de filtros utilizó Andrómaco para el lanzamiento del nuevo protector solar Dermaglós Factor 70 que tan bien funcionó en las pruebas y que luego, en la piel nuevita de nuestros nuevitos bebés produjo esos trastornos?
¿Qué superficie utilizó Andrómaco para untar el nuevo protector solar y determinar entonces que el producto no afectaría la nuevita piel de nuestros nuevitos bebés?
¿Quién fue el responsable de dichas pruebas?
¿Quién es el inspector del ANMAT que dio el visto bueno para que las farmacias del país recibieran el nuevo protector solar?
Ésta erupción que contrajo mi hija de 11 meses, ¿es el único síntoma que habrá tenido o tendrá alguna secuela extraña en algún momento por haber consumido este protector solar que Andrómaco asegura que pasó todas las pruebas pero que no nos cuenta cuáles fueron?
¿Andrómaco saldrá a dar explicaciones o se quedará en silencio?
¿El gobierno obligará a Andrómaco a que dé explicaciones o no se meterá en el tema?

No me gusta pagar mi obra social. Todos los años voy al médico 2 o 3 veces y pago 13.000 pesos por ello para que cuando sea viejo y tenga alguna enfermedad concreta la prepaga no me cubra el medicamento por algún artilugio pergeñado con atinada inteligencia en el bufete de abogados que las defienden de nosotros, quienes les damos de comer, y así entonces no brindarme el servicio por el que pagué toda mi vida.

La salud debería ser gratuita. Las corporaciones farmacéuticas deberían desaparecer.
Vivimos atados a una máquina que reparte elementos que nos aseguran soluciones que ni siquiera sabemos de dónde provienen, quiénes son aquellos que los construyen y quién es el inspector de turno que aprueba estos productos.
Me gustaría que Andrómaco explicara con lujo de detalles lo que ocurrió con su protector solar.

La piel de mi hija y de sus hijos está en juego.

Se pueden juntar firmas para resolver este asunto en: