Cuestiones que pienso en voz alta sobre cosas que pasan en este mundo delirante en que vivimos.
sábado, 30 de mayo de 2009
Se fue Pedro
No soy bueno hablando, me trabo y no encuentro las palabras justas, me siento mas cómodo escribiendo, por lo que voy a escribir sobre un tipo que conocí hace 22 años.
Yo tenía 15, allá por el ’87; y el destino hizo que conozca a Mariana y que me ponga a salir con ella (esos noviazgos platónicos de la adolescencia, inocentes, que duran unas semanas), Mariana me invitó a su casa, cerca de la mía, en el mismo barrio.
Fui, temeroso, porque como todo chico sabe, ir a la casa de una noviecita de la adolescencia es enfrentarse con el padre, que siempre lo mira a uno como la rata mas inmunda y pestilente de la tierra, soy padre de 2 hijas que todavía no están en edad de merecer, pero sé que cuando lo estén, y para eso falta muy poco, y me traigan sus primeros noviecitos, los voy a sacar a escopetazos.
Ahí lo conocí a Pedro, un tipo grande, bastante mayor para tener una hija tan chica.
¡Peor todavía!, cuanto mas viejo, mas odio y negación!
Cuando me vio me saludó con mucha alegría, con una mirada serena, apretándome la mano con sus dos manos, como quien saluda al Papa… Yo me quedé estático y escéptico, no entendía nada… ¿Cómo puede ser que este tipo, que no me conoce, y al que “le estoy arrastrando el ala” a su hija, me salude así? No lo podía creer, muy amable, muy cortes, muy respetuoso… ¡Yo era un pendejo de 15 años que no merecía ni una mirada! Y el tipo estaba ahí, aceptándome sin pedir curriculums de nada. No lo entendí.
Al final, la relación no duró mas que una estación, y la vida nos separó, por un tiempo.
Pasaron 2 años y comencé a tocar la guitarra, primero como un juego en la escuela, luego me di cuenta que era lo mío y comencé este largo camino que hoy surco, como guitarrista, ya medio viejo y oxidado…
Fui a Oliveira a comprar mis primeras cuerdas, guitarras, equipos y pedales, el primer día que fui pensé, éste hombre me va a reconocer…¿Le habrá caído mal que me haya peleado con su hija? ¿Me tratará bien? ¿Estará ofendido?,
Apenas entré me reconoció y vino a saludarme, muy alegre, con una sonrisa tremenda, y me volvió a apretar la mano con sus 2 manos, como quien saluda al Papa, otra vez quedé perplejo.
El tiempo pasó, estuve comprando en otro lado por una cuestión de marcas y me daba vergüenza volver, por haber comprado en otro lado, es ése dilema que siempre nos encontramos en la vida que cuando uno compra en la competencia, después, al volver al primer amor, éste lo mira con cara rara, diciendo: Ah, volviste!
Pero bueno, volví.
Me encontré con un Pedro alejado del mostrador, con campera de cuero marrón, bufanda escocesa y boina, en la puerta, como un portero, abriendo la puerta a los clientes.
En ese momento los que manejaban el negocio ya eran sus 2 hijos, José Carlos y Cristian. Me recibió con una sonrisa, otra vez… Me apretó la mano con sus 2 manos, como quien saluda al Papa, otra vez…
Mi relación con Oliveira continuó desde ese entonces hasta el día de hoy, y de esto hace ya más de 10 años.
Cada vez que fui a comprar algo, y esto es desde ése tiempo al menos una vez por mes, siempre que lo vi a Pedro, éste me saludó de la misma manera, con todo el afecto del mundo.
Incluso ahora, hace unos meses, iba caminando con mi mujer por el barrio, era Domingo, y pasé por una cuestión coincidente por su casa (quedaba en el trayecto que estábamos haciendo) y me puse a pensar, por acá vive Pedro… No me acuerdo bien, pero se que es en esta cortada… Termino de decir esto y lo veo, con la puerta abierta, regando unas plantas, con una gata y su mujer, sentada haciéndole compañía. Apenas me vio en la vereda pasó lo de siempre, me vino a saludar con todo el afecto y me hizo pasar…
Ahora voy a tratar de plasmar en este escrito, lo que pienso de Pedro, siendo de afuera de la familia, no habiendo comido nunca con él, no habiendo compartido siquiera un café, cosa que hoy lamento.
Pedro fue un hombre SABIO y FELIZ, que supo siempre, como no conozco a otro tipo, ir por la vida.
No conocí un tipo que le abra las puertas de la casa al “novio de la nena” como lo hizo él.
No conocí un tipo que reciba a un cliente que se fue un tiempo a comprar a otro lado como él lo hizo conmigo.
No conocí un tipo que delegue el trono a sus hijos con la alegría con que él lo hizo, confiando plenamente en ellos; poniéndose a abrir la puerta del boliche, como un portero.
Y siempre con una sonrisa, siempre alegre, disfrutando de cada etapa de la vida, sin ansiedad, con mesura. Prudente. Feliz.
Se fue un ejemplo de vida, un grande, a respirar de otra manera, como dice un amigo mío.
No creo, con la experiencia que tengo, conocer a otro como él.
Si todos fuéramos un 30% de lo que fue Pedro, el mundo andaría de otra manera, sería perfecto.
Chau Pedro, fuiste un gran ejemplo para mí y te voy a extrañar mucho…
Juan Pablo Scaiola
domingo, 3 de mayo de 2009
La publicidad
La publicidad nos está consumiendo la cabeza, querido amigo/a, cuando usted mira televisión el problema es el volumen solamente, es notorio el incremento (se calcula en un 20%) y ese es el único problema de la tele, pero como yo no miro tele, no me importa tanto.
El tema complicado está en la radio, cuando uno trabaja o conduce un automotor, necesita estar informado (o al menos yo necesito estarlo, no se usted) y entonces pongo diversos programas de radio durante el transcurso del día, en diferentes estaciones, no voy a mencionar cuales para no hacer propaganda pero escucho casi todas las estaciones durante el día, un poquito de cada una, para estar bien informado y sobretodo para saber quien está mintiendo o diciendo las cosas pagadas por el gobierno o por algún interesado.
Es en la radio donde, cada 15 o 20 minutos viene la tanda, que también tiene un incremento en el volumen de un 20%, pero como es radio, se ve que los “expertos” en publicidad radial tienen que ingeniárselas para hurgar en la ya pelotudizada cabeza nuestra para encontrar una lucecita de imaginación y que nosotros vislumbremos el producto en cuestión… (Esto es lo que ellos creen – Ramiro Agulla y este tipo de gente, que nosotros somos unos giles, unas ovejitas que van donde nos ladra el ovejero)
Entonces somos víctimas de todo tipo de propagandas absurdas, llenas de gritos y situaciones imposibles de trasladar a la realidad, la empresa que mas la emprende contra nuestra psiquis, desde siempre, es MOVISTAR, siempre con gritos y música insoportable, seguramente algún cocainómano gerente de marketing de ésta empresa es el culpable de dicho problema, pero nunca vamos a saber quien es, y es altamente posible que usted se lo haya cruzado en el supermercado o en una estación de servicio, pero nunca dará con él, y eso es una gran pena.
La última belleza de MOVISTAR es una publicidad que no se entiende para colmo el mensaje, que dice así (lea esto a los gritos, rompiéndose las cuerdas vocales):
- ALGUNA CHICA DE BELGRANO PARA CHARLAR UN RATOOOOOO!!!!!!!!!!!!!-
- YO SOY DE BELGRANOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!-
- (otro)>ALGUNA CHICA QUE LE GUSTE LOS PELADOS CON PANTUFLAS!!!!!!!!!!!-
- (el de antes)>COMO TE LLAMAS!!!!!!!???????????-
- ¡ANAAAAAAAAAA!-
- (otra mujer)> ALGUN FANATICO DEL MONOCICLO!!!!!!!!!!!!!?????????????-
- COMO SOOOOOOOOOOOOS?????!!!!!!-
(Esto que viene abajo grítelo como nunca grito en su vida):
- RUBIA! 1,70!!!!! Y OJOS VERDEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!!!!!!!!!!!!!-
Luego sale una voz en off de locutor que dice: hay cosas que mejor hacerlas en Internet… Y ya no puedo recordar como sigue, terminando esta odisea con la famosa y odiosa letra chica, pero en este caso mucho mas insoportable y mucho mas larga, no termina nunca.
Generalmente, cuando uno está trabajando, está lejos del control de volumen de la radio cuando aparece ésta barbaridad, ni hablar si uno justo está hablando con un cliente por teléfono, que es siempre mas probable.
¿Por qué permitimos esto?
¿Porqué las autoridades de defensa del consumidor no hacen nada ante este atropello?
Un día, querido amigo, y para esto falta cada vez menos, éste descerebrado que creó esta publicidad y las otras, va a estar en un ágape, y contará en una ronda de invitados quien es él y que hace (haciéndose el langa) y uno de los presentes le perforará la carótida con la copa de champaña que tendrá en la mano, matándolo por supuesto, en el acto)
Va desde éste modesto espacio, una dedicatoria para aquellos cerebros mágicos que inventaron esta genialidad, a los que les deseo fervientemente que los pise un colectivo (varias veces)
Gracias