Cuestiones que pienso en voz alta sobre cosas que pasan en este mundo delirante en que vivimos.
lunes, 19 de julio de 2010
Matrimonio entre católicos
Esto me lo mandó mi amigo Paulosky, y está bastante bien. Aquí se los dejo:
Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos. Me parece una injusticia y un error tratar de impedírselo.
El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.
Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de caracter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a algunos.
Pero esto, además de ser más una imagen mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.
Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la iglesia, algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen incrementará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio), incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias desestrucuturadas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familas católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.
Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruín de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: Aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia.
Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: También estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos.
Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de "¿Católicos adoptando hijos? ¡Esos niños podrían hacerse católicos!".
Veo ese tipo de críticas y respondo: Si bién es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor problabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás.
Pese a las opiniones de algunos y a los indicios, no hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la idoneidad de los padres.
En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitirseles también a los católicos tanto el matrimonio como la adopción.
Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.
Grupo de Estudios Sobre Sexualidades - Instituto Gino Germani- FSOC- UBA
jueves, 8 de julio de 2010
Oda a Jorge Arcapalo
Hola amigos,
Esta semana quiero escribir una vez más sobre una cuestión ajena completamente a mi cotidianeidad: El fútbol.
Pero no voy a hablar de partidos. No.
Tampoco voy a proponer como discusión acérrima porqué carajos Alemania no jugó contra nosotros como lo hizo con España, o porqué ésta última no se entierra el pulpo en el cañete. No.
Tampoco quiero hacer mención sobre la alegría orgásmica que me produjo aquel viernes la eliminación de Brasil, que me hizo saltar como un adolescente por el pasillo de mi casa al grito de – Eeeeeeeeee! – como un perfecto Beavis & Butthead, siendo ya un señor mayor. No.
Tampoco voy a cuestionar nada de nuestra selección, ya todos los que me leen saben qué pienso de éste mundial que está por concluir.
En esta ocasión quiero referirme a los relatores de fútbol, a los de Radio Continental precisamente. Estoy hablando de nuestro querido Víctor Hugo Morales y de sus colegas, menos importantes, pero que saben suplirlo cuando no vale la pena que sea él en persona quien relata los partidos: Osvaldo Wehbe y Jorge Arcapalo.
Me da una depresión oscura y severa cuando voy en auto los domingos por la tarde, con la ventanilla abierta, y contemplo a los domingueros vestidos con espléndidos pijamas de cuello redondo, recostados en silletas de playa, con la radio al palo en la oreja, escuchando algún relato de fútbol en la vereda de sus casas con la puerta abierta, mientras la desarreglada de su mujer le sirve unos mates en batón. Ciertamente me dan ganas de pegarme un tiro cuando veo esos escenarios domingueros. Y es por eso que no oigo partidos de fútbol los domingos, y quizás sea por eso que sólo conozco a Víctor Hugo y no conocía a estos dos relatores: Osvaldo y Jorge.
Hay que reconocer que se debe tener una iluminación cerebral diferente para ser relator de fútbol, convengamos que debe ser difícil esa labor: Ir durante cuarenta y cinco minutos al recontra palo, con un micrófono en la boca, diciendo veintidós apellidos sin equivocaciones, dibujándole al oyente las jugadas, que el oyente no puede ver por su condición de oyente y no de veedor. Debe ser difícil. Ardua tarea sin dudas.
Entonces comencé a escuchar los partidos “importantes” que se relataban por Continental cuando no me quedaba otra que estar trabajando, y ahí conocí a estos dos relatores.
Osvaldo Wehbe me pareció atinado, muy ágil. Hasta incluso pícaro, hubo un momento de un partido entre Paraguay y no me acuerdo quién otro, faltaban segundos para que termine el segundo tiempo y le manda: -…Y ahora el árbitro les muestra el pito a los jugadores de Paraguay… - Fue muy gracioso. Me hizo reír bastante. Puse esa frase de nick durante un par de días en mi msn y todo.
Y después está Jorge Arcapalo, al que parece ser que los directores de la radio pusieran a propósito a relatar partidos de nuestras selecciones más rivales, con las que más pica nos tenemos.
Es así que un día, estando en mi labor cotidiana, jugaba Brasil contra alguien que no recuerdo, y puse Continental, para poder seguir el partido. Al ratito que empezó el primer tiempo los brasileños convirtieron un tanto, y nuestro relator gritó, como un poseído:
¡GOOOOOOOoooooooooooooOOOOOOooooooLLLL!!!!!!!!!!!!!!
¡DE BRASSSSSIIIIIIIIIIIILLLLLLLLLLLLLLLL!!!
¡BRAAASSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIILLLLLLLLL!!!!!!
Escucháme una cosita, Jorge Arcapalo:
¿Por qué no te vas un poquito a cagar, pedazo de tarado ininputable?
¿De dónde mierda saliste, infeliz?
¿Sos extraterrestre? Para mí que sí. Para mí que sos un extraterrestre del orto, como diría alguna vez Juan Carlos Batman.
¿Te das cuenta que no se gritan los goles de Brasil de esa manera?
¿Entendés dentro de esa cabecita infestada de apellidos relacionados con el fútbol que tenés que nadie, pero NADIE, en este país se contenta con un gol marcado por los brasileños?
¿Nadie nunca te hizo mención de este punto crucial en tu carrera?
¿A todos se les pasó?
Haceme un favor. Hacete un favor. Hacele un favor a la humanidad: La próxima vez que te toque relatar Brasil, Alemania o Inglaterra, tené el decoro de decir, por ejemplo:
-Señoras y señores: Brasil há convertido 1 tanto – y luego – Brasil 1, Equis 0 –
O bien:
- ¡Qué contrariedad!, Brasil há introducido la globa dentro del arco rival, con gran temeridad –
O también:
- Qué endiablado es aquel puntero derecho brasileño, sin que el guardameta Juan Pirulo lo pueda contener, acaba de marcarle un gol –
Te lo digo de onda, no te ofusques. Sería muy triste que en algún ágape te presenten a los demás invitados y éstos, copa en mano, te pregunten a qué te dedicás, y vos, ataviado con un espléndido smoking respondas, con gran orgullo y la mirada perdida en el horizonte, que sos Jorge Arcapalo, el relator de fútbol.
Existe, por más que no te hayas enterado, la posibilidad que ese grupo de invitados te meta por el ojete todas las tarteletitas de palmitos con salsa tártara que haya en el recinto, incluso hasta pueden intentar meterte un mozo por el orto, para luego partirte varias botellas de champaña en esa cabezota perdida que tenes.
Espero que te sirva el consejo, Jorge Arcapalo.
Gracias.
lunes, 5 de julio de 2010
Vamos Diego, carajo!
Insisto con lo que posteé después del partido contra Corea.
Estoy orgulloso por lo que conseguiste, te quiero mucho, no quiero que renuncies, tenés que seguir dándonos alegrías, que para eso viniste a esta tierra.
Messi jugó muy bien, el que diga lo contrario deberá vérselas conmigo.
Carlitos Tevez: Puro sentimiento.
Alemania nos pasó por encima, fue muy superior. Nos ganó con justicia. Nos volvimos.
Es muy alentador ver que nos están rompiendo el orto y nos comportamos como verdaderos guerreros intentando meter un gol, aunque más no sea, en el último minuto.
Fue muy gracioso ver como los macacos se peleaban entre ellos y reventaban las piernas de los holandeses cuando el mundial se les escurría por las manos. Me encantó estar al menos un día más en el mundial que ellos. Son unos soretes, y lo demostraron con su comportamiento en la cancha.
La próxima tendremos mejores herramientas, seguramente, después de la lección que tuvimos.
Desde este modesto espacio, te mando un abrazo para vos y para Dalma, que se notó que fue tu gran motor en esta nueva empresa.
Fuerza Diego, la selección hizo el mejor papel de los últimos 20 años, no te equivoques ni escuches a los soretes que ahora van a volver a hablar al pedo.
Sos, fuiste y serás el mejor.
Te mando un abrazo
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