viernes, 23 de septiembre de 2011

Filiberto Gallardo, eje del mal.




El martes 13 de Setiembre a las 6:23, Filiberto Gallardo venía por milésima vez por Artigas y se encaminó a atravesar una vez más la barrera de la estación Flores del tren Sarmiento.



Pero cuando llegó al momento de cruzarla notó algo raro, la barrera estaba a 45°. Y no había nadie dirigiendo el tránsito, cuando debería haber habido estando la barrera en esa confusa posición. Así que se mandó. Y nunca hubiera imaginado que un tren lo reventaría a toda velocidad sin decir “agua va”, porque la barrera estaba alta. En realidad no estaba alta, estaba baja, pero no del todo baja. Estaba lo suficientemente alta como para que un colectivo como el que Filiberto conducía pudiera pasar sin problemas.

Y entonces se mandó. Y no creo que se haya dado cuenta de lo que pasó. Lo más probable es que el impacto lo haya matado en el acto. Es más, cuando uno ve el video que salió a la luz días después, que muestra la realidad del accidente por la orientación que tiene, se ve claramente un cuerpo volando por la ventanilla en la zona en donde hasta hacía pocos segundos, Filiberto cumplía su horario de trabajo conduciendo el interno 52 de la línea 92 que hacía 6 años manejaba.

Y de inmediato y como en un alud implacable lo culparon por IMPRUDENTE. Filiberto Gallardo se convirtió en un instante en el asesino de 10 vidas, transmutando de simple colectivero a fundamentalista talibán que se inmola llevándose consigo la mayor cantidad de víctimas posibles.

Y todo el mundo lo señaló como el CULPABLE. Todos. Porque desde el momento preciso en que ocurrió el accidente me quedé escuchando la radio y todos lo señalaban como el IMPRUDENTE y el CULPABLE por haber pasado una barrera a 45°. Y que esas cosas no se hacen.

Y qué le vamos a hacer, no puedo conmigo. No puedo. No puedo quedarme callado y dejarla pasar, porque estoy podrido. Hace años que estoy podrido y por eso escribo acá las cosas que escribo. Porque me indigna que periodistas serios que tienen la posibilidad de tener un micrófono pegado con cinta scotch en la jeta salgan alegremente a señalar con total seguridad cosas que no solo no son ciertas, sino que, por respeto a los muertos, deberían callarse y dejar que el tiempo pase y que las pruebas hablen por sí solas.

Porque durante toda esa mañana vi el video que muestra de atrás al colectivo, que parece que entrara en puntitas de pie a pisar las vías cuando el tren lo aplasta y destroza contra un costado. Y realmente parecía que Filiberto había entrado despacito, que había metido la trompa con cuidado. Y suena raro que no haya visto ni la luz enceguecedora ni haya escuchado el ruido asomándose a las vías como parecía que se había asomado. Y continuaron culpándolo, tanto Víctor Hugo como Daniel López, ambos dos le tiraron con toda la artillería posible. Daniel López, justamente, que hace unos meses atrás cayó un camión con acoplado del puente Zárate-Brazo Largo. Cayó de 45 metros de altura, que es algo así como tirar un camión de esas características con su camionero dentro desde la terraza de un edificio de 17 pisos y el tipo salió ileso, vaya uno a saber por qué. Y Daniel López, con su voz de locutor, le mandó, señalando prudente: “Fijensé la importancia de ir con el cinturón de seguridad puesto, ¿no?” construyendo el comentario más pelotudo y falto de lógica que haya escuchado jamás en la radiofonía toda.





Y yo seguía pensando y pensando en lo que seguro estábamos pensando todos los que veíamos el accidente, repitiéndome las mismas preguntas hasta que me lastimaron el coco:

¿Qué carajos quiere decir una barrera a 45°?


¿No debería estar baja?


¿Se pone una barrera a 45° si va a venir un tren echando putas como cabaret en quiebra?

¿No sería lo más lógico del mundo que si va a pasar un tren a esa velocidad descomunal en la que pasó el del incidente, la barrera esté baja-baja?

¿Por qué estúpido motivo hay una posición de barrera a 45°?

¿Existe como norma de tránsito “No pasar – Barrera a 45°"?

Y entonces, días después apareció un nuevo video que mostraba una filmación tomada desde el tren que iba en sentido contrario al que colisionó al colectivo, que venía haciendo paradas y que comenzaba a acelerar despacio para continuar su periplo cuando se escucha ensordecedora la bocina de un tren que viene de frente, para luego ver como un colectivo cruza las vías a velocidad normal, sin siquiera haber tocado el freno:



Filiberto Gallardo venía por Artigas. La barrera estaba “medio alta”. La edificación de la derecha le impide ver si viene o no un tren por ese lado. Filiberto supone que la barrera está a 45° porque ya vio un tren a su izquierda, a punto de partir. Filiberto pasa. Un tren a toda velocidad lo pone por la derecha, matándolo en el acto y llevándose otras 10 vidas.

No creo que esa mañana Filiberto Gallardo haya tenido interés alguno en salir despedido por la ventanilla de su colectivo para no volver a ver nunca más a su familia. Tampoco creo que Filiberto Gallardo haya pretendido pasar adrede una barrera “medio baja” por una simple cuestión de torpeza, sobre todo sabiendo que hacía ese recorrido varias veces por día y que lo conocía hasta el hartazgo, esperando sentado y paciente las otras mil barreras que agarró bajas, contemplando la velocidad que alcanzaban los trenes cuando atravesaban Artigas con luz verde.

Y me parece una falta de respeto, qué quiere que le diga. Porque conozco a los colectiveros, y sé que son insufribles. Y en muchas ocasiones he discutido con alguno de ellos al punto de la puteada irreversible. Pero también tengo una cosa muy clara: El colectivero no es ningún boludo. Y sabe perfectamente lo que hace, porque hay que estar sentado ahí arriba y manejar ese coso en este mundo lleno de tránsito. Y puedo poner las manos en el fuego en mi aseveración de que ese martes 13 de Setiembre, si a Filiberto Gallardo le daban a elegir entre morir al salir despedido por la ventana de su colectivo, matar a 10 pasajeros y amputarle una pierna a un maquinista de tren, o volver a su casa y cenar con su familia, estoy convencido en un 100% en que Filiberto elegía la segunda opción.

Y entonces volvamos al tema que nos compete, del que aún no dije nada. ¿Por qué motivo absurdo estaba la barrera a 45° esa fatídica mañana? ¿Por qué hubo un banderillero dirigiendo el tránsito toda la madrugada y se fue diez minutos antes del accidente sin recibir un relevo que esté parado en el lugar para detener a Filiberto advirtiéndole la llegada de un tren a toda máquina? ¿Por qué cuando entre las 2 y las 3 de la mañana un recolector de basura rompió la confusa barrera a 45° no vino de inmediato personal de TBA a repararla o a cerrar el paso hasta nuevo aviso?



No creo que lo sepamos nunca. Y le voy a explicar por qué. Porque Filiberto Gallardo es un pobre gil, es un simple colectivero. Y tiene otra ventaja a favor de TBA: Está muerto. No puede hablar. No puede dar su versión de los hechos. Así que culpémoslo a él. Culpémoslo. Así rápido nos ponemos a hablar de otra cosa. La culpa no la tienen ni TBA ni Claudio Cirigliano ni las promesas incumplidas durante décadas de soterramiento. Ni siquiera es culpable la barrera defectuosa que estuvo toda la madrugada a 45° confundiendo a medio de mundo. No. La culpa la tiene Filiberto Gallardo, 34 años, 2 hijos, Colectivero. Imprudente.



Tienen que tener un poco más de respeto por las víctimas de accidentes de tránsito. Porque nadie quiere morir. Nadie. Todo el mundo va como pelotudo por la vida intentando llegar a fin de mes circulando en ciudades cada vez más intransitables, cada vez más arcaicas y cada vez más infestadas de autos. Y nadie hace nada por revertir esta situación. Y va a haber más Filibertos imprudentes. Porque la ciudad es una trampa mortal. Es una telaraña muy bien tejida y muy resistente que seguirá cobrándose víctimas a la Bartola.





Ojalá que TBA pague las indemnizaciones correspondientes si se descubre que había un problema con la barrera.

Ojalá que se prohíba de ahora en adelante la modalidad “Barrera a 45°”... Digo, así dejan de aparecer imprudentes por todos lados.

Ojalá que la familia de Filiberto logre salir adelante luego del terrible batacazo que les dio la vida.

Ojalá.

2 comentarios:

  1. LA VERDAD QUE ESTOY EN TOTAL ACUERDO CON VOS, JUAN CARLOS. DESDE EL PRIMER MOMENTO QUE VI EL VÍDEO DE LA TRAGEDIA, PUDE COMPRENDER QUE LA CULPA SIEMPRE LA TUVO TBA. ADEMAS, HACE CUANTO TIEMPO SE VIENE PROMETIENDO EL SOTERRAMIENTO DEL TREN SARMIENTO? Y JAMAS SE HIZO NADA. CLARAMENTE SE PUEDE OBSERVAR EL ERROR QUE COMETIÓ TBA UNA Y OTRA VEZ ESA MISMA MADRUGADA. PERO SIEMPRE SE LO CULPA A UN FALLECIDO QUE NO SE PUEDE DEFENDER PARA TAPAR MIERDAS AJENAS. LAMENTABLEMENTE ESTE ES EL PAÍS EN DONDE VIVIMOS, DONDE SIEMPRE SE ESPERA QUE SUCEDAN LAS TRAGEDIAS PARA PONERSE LAS PILAS Y NI AUN ASÍ SE LAS PONEN. MI MAS SINCERO PÉSAME A LA FAMILIA DE FILIBERTO Y DE LAS DIEZ PERSONAS QUE SE FUERON CON ÉL. MUY BUENA TU PÁGINA Y CON MUCHA RAZÓN. SALUDOS.

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  2. Gracias, Mariela. Te agradezco tus comentarios, son muy importantes para mí.

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